La historia del barro en Tonalá
La artesanía de Tonalá se destaca por su calidad y variedad, además de que cuenta la historia de uno de los municipios más importantes en producción de artesanías de barro en México.
Historia de las artesanías de barro en Tonalá
Sin duda alguna podemos decir que Tonalá, Jalisco, es uno de los lugares en donde se pueden conseguir más artesanías mexicanas. Conocido como la cuna alfarera, este municipio alberga aproximadamente 4,000 artesanos que ofrecen sus mercancías a un buen costo. Es el hogar de artistas con talento inagotable y un espacio en donde las ideas nacen y evolucionan de forma constante.
Tonalá significa “lugar por donde sale el sol”, proviene del vocablo náhuatl Tonallan. Podemos catalogar a este municipio como la capital estatal de la artesanía. No solo porque de este lugar es reconocida la extraordinaria calidad de sus artesanos. En este sitio se reunían desde tiempos prehispánicos los artesanos indígenas de la región del Valle de Atemajac a comerciar los objetos producidos por ellos mismos. Esta práctica aún se mantiene los días jueves y domingos en el tianguis, donde los comerciantes salen a vender sus productos, atrayendo así a turistas y compradores de artesanías mexicanas.
El negocio de las artesanías de Tonalá se remonta a tiempos anteriores a la época prehispánica. Desde antes de la llegada de los españoles, los tonaltecas ya poseían cientos de años de historia. Se han encontrado algunos restos prehispánicos en las faldas del Cerro de La Reina, y en los terrenos de la cabecera municipal. Estos restos son de tipo vasija-efigie, recipientes trípodes, platos y figuras con forma animal o humana, regularmente pulidas o bruñidas. Las piezas tienen decoraciones con líneas de colores rojos, anaranjados, crema y oscuros. Además se han encontrado una gran cantidad de metates y molcajetes tallados en piedra.
La conquista española y sus nuevas técnicas.
El conquistador Nuño Beltrán de Guzmán ya sabía de la existencia de Tonalá por las artesanías de barro provenientes del municipio. Estas se comercializaban en otros pueblos lejanos. por lo que al llegar el español desde la Ciudad de México en Diciembre de 1529 rumbo a Occidente por tierras michoacanas, este ya conocía Tonalá.
En el año 1530, arribó el ejército español comandado por Nuño Beltrán de Guzmán. Lo que provocó algunos enfrentamientos bélicos con los indígenas que ya habitaban la zona. Al perder la batalla, el pueblo fue conquistado por los peninsulares, los cuales nombraron a Tonalá como la Provincia del Reino de Nueva Galicia.
Con la llegada de los españoles se introduce la técnica del vidriado en las piezas artesanales. El uso del torno, la combinación de nuevos colores y de igual manera el cambio de cultura y el mestizaje. Por consiguiente surgen las tradiciones y costumbres que conocemos hoy en día dentro de Tonalá. Con la conquista española, se cambió radicalmente las tradiciones del barro en Tonalá, cambiando casi por completo su historia.
La tradición alfarera que precede a los tonaltecas desde la época prehispánica se puede apreciar en la rica variedad de piezas que se elaboran con platos, platones, jarrones, cántaros, cazuelas, ollas, maceteros, floreros, piezas en miniatura y figuras decorativas; así como figuras de personajes y animales. Todas estas variedades pueden ser elaboradas con diversas técnicas que se utilizan en Tonalá.
La cuna alfarera
Algunas de las técnicas más utilizadas en Tonalá son el barro canelo, barro bruñido, barro bandera, petatillo, betus, acabados de loza vidriada, y pueden ser utilitarios o solo decorativos. Una de las características que representa a las artesanías de Tonalá es su calidad y la gran creatividad que plasman en ellas.
Así como en tiempos prehispánicos, en los que los pobladores de esta región fabricaban sus artesanías, en la actualidad sigue siendo un lugar que impresiona a sus visitantes por el colorido y la creatividad que sus alfareros han transmitido de generación en generación.
Tonalá tiene como uno de sus principales sustentos la alfarería. Es por ello que las familias artesanas seguirán ofreciendo su fascinantes creaciones, hechas bajo las diferentes técnicas ancestrales.
Sin duda alguna, el legado artesanal que dejaron los antepasados prehispánicos a los tonaltecas de hoy en día, ha influido fuertemente. Dio pie a la creación de las técnicas actuales, producto de la combinación de los métodos prehispánicos y los procedimientos europeos.
Entonces así, podemos describir a Tonalá como una cuna de tesoros y detalles, rico en variedad alfarera y tradiciones que se preservan hasta el día de hoy. La historia del barro se sigue escribiendo día a día, añadiendo técnicas contemporáneas a las tradicionales, innovando y reinventado la tradición alfarera.
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