El barro canelo, legado de la comunidad del Rosario.

Botellón de barro canelo, foto de La Reina de Tonalá

Con presencia desde hace más de dos mil años, el barro canelo, también conocido como loza de olor, es el emblema de la comunidad del Rosario en Tonalá, Jalisco. Conoce más sobre esta ancestral técnica que con orgullo representa a este municipio.

El barro canelo

La gran variedad de tradicional artesanía alfarera en Tonalá abarca diferentes ramas en productos de barro. Uno de estos 5 tipos de barro, es el barro canelo. Sus colores terracota lo hacen una técnica especial en su terminado. Sin duda alguna, forma parte de la cultura tonalteca desde antes de la llegada de los españoles, y como parte de otras técnicas precolombinas, permanece como parte de la identidad del mexicano.

Y es que esta técnica guarda un gran legado cultural y tradicional, razón por la cual es tan famosa dentro del municipio de Tonalá. Aunque con el paso del tiempo ha ido perdiendo popularidad, la mayoría puede recordar como los botellones de barro conservan el agua fresca y con un agradable sabor. Esto explica porque se le conoce como loza de olor. Su principal propósito es el de conservar el agua fresca y al entrar en contacto con ella, desprende un ligero aroma que a muchos les encanta.

Una técnica muy antigua

De acuerdo con el libro Linajes Terrenales: las artes populares de Jalisco, el barro canelo es una de las técnicas más antiguas. “Su origen se remonta al siglo XVII. Los cronistas mencionan a un artesano de nombre Pajar que en la población del Rosario se dedicaba a fabricar loza de agua; un nuevo repunte lo tuvo hacia 1870 con el artesano José Fajardo. Este comenzó a trabajar con lo que quedaba de modelar las piezas grandes por lo que le llamaban ‘recorte’. Este lo empleó para elaborar canastas, cántaros, ollas y tinas de juguete que con los años, estos se convirtieron en botellones, tinajas, jarras, tibores y otros objetos”. 

La elaboración

Quizás te pueda parecer sencillo a simple vista la elaboración de una artesanía de barro canelo, pero la realidad es que es todo un arte y conlleva un proceso elaborado. La familia más famosa en esta técnica es la de Nicasio Pajarito. Su proceso de elaboración lo transmitió a sus hijos y nietos quienes ahora continúan el legado del difunto. Este es el proceso de elaboración que sigue Pablo Pajarito, el hijo más joven de Don Nicasio.

Todo inicia con la selección del barro, este normalmente se extrae de la comunidad del Rosario, de donde es oriundo. Este paso también tiene su complejidad, ya que se debe llegar a una buena mezcla entre el tieso y el blando.

Posteriormente se crea la pieza o figura que el artesano va a elaborar. Esta se moldea completamente a mano. Terminado el proceso de moldeado, se pasa a enjarrar y lijar suavemente con una piedra de río y agua para después aplicar un baño de matiz; es una técnica similar a la del barro bruñido. Esta capa le proporciona tersura y limpieza a la superficie. 

Porta garrafón y vasos de barro canelo, foto de La Reina de Tonalá

El barro canelo es una técnica complicada….

Por consiguiente, se inicia con la decoración o “empalme” de las figuras y líneas más gruesas del diseño. A nuestro parecer, esta es la parte más difícil de todo el proceso ya que para hacer esto con arcillas naturales de color café, rojo, bayo y blanco. Lo complicado está en que este trabajo se hace prácticamente a ciegas, ya que se pintan antes de cocer la pieza pero sobre todo porque los pigmentos son muy parecidos al color del barro natural. La decoración es con base en formas vegetales que figuran, hojas y plantas. 

Al finalizar el decorado, se cubre otra vez con una mezcla de barro denominado “azul” y se procede a decorar por completo. Se reposa y pasa por sebo de res, así como por un bruñidor para seguir con el terminado final y más importante, la quema. 

Las piezas pasan a acomodarse cuidadosamente en un horno, se cuecen durante 15 horas a 600 grados y al momento de salir es en donde ocurre la magia. Los colores y detalles que fueron trazados previamente salen a relucir. Estos obtienen tonos distintos a los que tenían antes del horneado. Esta técnica es tradicionalmente utilizada para elaborar los famosos botellones de agua que mantienen esta misma fresca y a temperatura; pero también se pueden encontrar vajillas para líquidos, piezas de decoración y en miniatura. Todo depende de la creatividad del artesano que las fabrique. 

Don Nicasio Pajarito, un artesano de renombre

Nacido el 3 de octubre de 1935, este artesano tuvo más de 50 años de carrera y trabajó con el barro casi toda su vida. Este artesano ha exhibido su trabajo en el Museo Nacional de la Cerámica en Tonalá. Asimismo ha recibido premios tanto en México como en el extranjero. Entre estos se incluye el galardón presidencial en 2002 del Premio Nacional de la Cerámica en Tlaquepaque.

Este reconocido alfarero murió el 20 de septiembre del 2020 pero su legado continúa con las enseñanzas y trabajos que enseñó a sus hijos, quienes continúan la tradición alfarera de este gran artesano tonalteca. 

La tradición alfarera de los Pajarito, inició con el bisabuelo de don Nicasio, Zenón Pajarito. 

Nicasio Pajarito artesano de barro canelo, foto de la SCJ.

Por la denominación de origen

Los habitantes de la comunidad del Rosario quieren que el barro canelo tenga su denominación de origen. En este poblado, 180 familias luchan por conservar esta tradición ancestral. 

El principal objetivo que busca la denominación de origen es preservar y dar el lugar que se merece esta técnica alfarera de los maestros artesanos. 

José Luis Flores Martínez, director de la Casa del Artesano de Tonalá, asegura que el barro canelo únicamente es elaborado en tierras tonaltecas y por esta misma razón es que es tan importante para los alfareros del pueblo del Rosario obtener la denominación de origen de esta técnica que se ha transmitido de generación en generación. 

Además consideran que es primordial esta denominación ya que quieren que se sepa que a cualquier parte que vaya una pieza de este barro, se identifique que fue elaborado en el Rosario. 

El barro canelo se puede considerar la técnica originaria de Tonalá, así como la más antigua. Es rico en variedad porque se le puede encontrar en muchas presentaciones. Es una técnica de gran valor cultural con poca investigación a pesar de tener una magnífica manufactura decorativa. 

Los trabajos realizados con este procedimiento son muy bonitos y relucen en cualquier espacio. No esperes más y compra ya un producto de barro canelo

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